CASTILLOS DE ARENA.

CASTILLOS DE ARENA.


Clasificacion: toda
Autor:Paola Garcia

La fina arena se pegó en las manos del pequeño Sungmin y continuo con su labor de reforzar el castillo que había comenzado. Estaba orgulloso de su trabajó y pensaba que había valido la pena todo el tiempo invertido. Los rayos de sol no pudieron mezclarse con la  blanquizca piel porque alguien intervenía, en cuanto sintió la sombra volteo hacia arriba.

El niño que estaba observando las maniobras con la arena bajo y se puso a un lado de Sungmin, se vieron por unos segundos y sonrieron con un deje de complicidad.

El nuevo invitado comenzó a dar golpes suaves al castillo ajeno. En silencio trabajaron, deshacían y hacían y de vez en cuando se aventaban arena,  juguetones, claro está que los rostros de los pequeños demostraban alegría.

  Pasaron las horas.

La estrella más grande estaba por ocultarse detrás de las montañas del poniente, Sungmin se percató del cambio de luz, le dio una palmada en el hombro al niño más pequeño, se levantaron, se miraron y el maknae pronuncio: “debes irte” y llevó una mano a la mejilla de su compañero. La acaricio con el pulgar derecho demostrando delicadeza, separo los labios y mostró sus dientes blancos y bien moldeados.

Una frase salió de la boca de Sungmin temerosa: “te veré luego, verdad” y por respuesta obtuvo la mirada baja y un leve levantamiento de hombros de su compañero.

El menor dio media vuelta, caminó unos metros y como si olvidara algo volteó para ver al otro niño.

“Me llamo Kyuhyun”  gritó despreocupado, su labio superior se contrajo y el inferior subió tenue, reluciendo aún más sus dientes, regreso a su camino, el viento soplo y se llevó consigo sus huellas en la arena.

Paola García