Love never expires...!! CAP.9

CAP.9

Sin ganas y obligada a ir a la cita que su padre le organizó, Ji Nah llegó al restaurante donde tenía previsto conocer a al hombre que su padre elijó para ella, caminando con pasos nerviosos, llegó a la tabla donde estaba sentado su compañera de aquella noche. Con un tímida voz saludó, encontrándose con una inesperada sorpresa, abriendo sus ojos como platos, habló.

• Tú!!! - señalándole con sorpresa. – pero.. pero como…
• Siéntate primero

Ji NAh se sentó y se lo quedó mirando, nerviosa, mirando su teléfono queriendo morirse.

• Aunque ya nos conocemos, no me he presentado formalmente. Soy Choi Si Won, heredero de la compañía XXXX, encantado señorita.

Ella estaba de piedra, y por su sorpresa, Siwon empezó a reírse.

• No estés tan sorprendida mujer, ya nos conocemos, esto no va a ser incomodo.
• Si.. claro. – asintió ella, pero el motivo real de su preocupación no era ese, sino más bien que en breves momentos aparecería su novio para sacarla de ahí… y eso la asustaba.

Pidieron el menú y ambos escogieron que iban a cenar. Llevaban ya casi media hora sin pelear, casi todo un récord. Siwon hacía comentarios ingeniosos y Ji Nah se reía con sus gracias sin darse cuenta, y cuando les sirvieron la cena ambos hablaban alegremente. Pero poco les duró aquella alegría, lo que tanto temía Ji Nah que pasará estaba solo a escasos segundos de que ocurriera.

Frente a ella y tras Siwon estaba Hyung Joon, atónito observándoles. Caminó rápidamente y puso una mano en el hombro de Siwon ante la blanca y pálida expresión de Ji Nah que parecía haber visto un muerto.

Todo iba tal y como lo habían planeado. Hyung Joon aparecería presentándose como su novio y así ella se retiraría de allí, pero aquello fue antes de saber que su cita era con Siwon. Temía lo que podía pasar, sabía muy bien que entre ellos existía mucha tensión desde el incidente en la playa.

• Que…? – dijo Siwon al girarse y ver quien era. – Tu..
• ¿Que hacéis?
• Cariño… - intentó hablar Ji Nah – no lo sabía… lo juro.
• ¡¿Te crees que soy tonto?! – le gritó, pero Siwon se puso en medio
• ¿No sabes comportarte en un lugar público?

Hyung Joon lo miraba lleno de ira y le aguantaba la mirada a Siwon hasta que de pronto lo tumbó de un golpe al suelo. Por suerte solo estaban ellos y los camareros en aquel lugar. Ji Nah gritó del susto y se levantó intentando parar a Hyung Joon, pero este no la escuchaba. Siwon se levantó del suelo encarando a su agresor con una mirada desafiante, fría y algo diabólica amenazándolo con los ojos. Hyung Joon lleno de ira cogió a Ji Nah por la muñeca forzosamente y se la quiso llevar, pero ella se resistió.

• Te dije que vinieras a sacarme de aquí, no a pelearte. Somos seres humanos, no animales. – mirándolo fijamente con infinito desprecio – me has decepcionado Hyung Joon-ah…

Él intentó igualmente tirar de ella, pero Siwon posó su mano sobre la de él indicándole que la soltase y se fuera, y así lo hizo, se fue desapareciendo por la misma puerta por la que había entrado. Ellos permanecieron en silencio hasta que dejaron de ver su silueta.

• Lo siento… - se disculpó Ji Nah – él no es así normalmente… me voy.

Siwon la cogió del brazo girándola y abrazándola con fuerza, mientras hundía su cara en el cuello de ella.

• Quédate… - susurrando en su oído –

Ji Nah intentó zafarse de él, pero pronto cedió.

• Considéralo como el pago por lo de Hyung Joon… No te hagas ilusiones conmigo.

Tras lo que pasó Siwon acompañó a Ji Nah a casa, él notaba su nerviosismo, no era ella la de antes, estaba ahí presente pero ala vez en otro lugar, podía imaginar en lo que estaba pensando, Kim Hyun Joong aquel desgraciado que él precesivamente no soportaba, siempre aparecía donde no lo necesitaban, quería hablarle y tranquilizarle pero tenía una idea básica de su temperamento, no quería complicarlo más de lo que ya era.

Dejándola en la puerta de su casa, se despidieron pero sin que nadie pronunciara palabra. Siwon mientras conducía de vuelta a su apartamento miró por retrovisor con el deseo de verla aun ahí paraba pero no siempre lo que deseas pasa a ser realidad.

Ji Nah entró directamente a su habitación dejando caer su delgadito cuerpo sobre su cama, mientras observaba cada rincón de su habitación, su cabeza daba vueltas no podía pensar, no sabía que hacer, la tranquilidad que le rodeaba le ponía nerviosa, con un largo suspiro que soltó, cogió su bolso y volvió a salir, no sabia a donde dirigirse pero tenía claro que no podrá dormir sin ver el rostro de Hyun Joong, él era el único con quien sentía tranquilidad y quien de verdad le entendía, sabía como pensaba y siempre intentaba ayudarla para cumplir y hacer lo que quería.

Llegando a la puerta de su novio tocó el timbre pero nadie abrió, llevando sus manos otra vez la tocó con unos golpesitos lentos, tras unos minutos escuchó como alguien caminaba hacia la puerta y ahí estaba él como siempre; su deslumbrante cuerpo, sus músculos destacaban, su melena lisa de color marón y su pantalón pijama del cual ella compró, amaba verle en casa con aquel look cómodo.

Con una tímida sonrisa que se formó en sus rozados labios y sin articular palabra le abrazó, Kim Hyun Joong se le formó un nudo en la garganta, puso cara de sorprendido, se encogió los hombros y la aparto de él.

• Qué haces aquí?

Jin Ah con los ojos hundidos, frunció el ceño y le miró a los ojos intentando explicar todo lo que pasó, pero una voz femenina le interrumpió, sorprendida apartó a Hyun Joong de su pasó y entró dirigiéndose a donde se provenía la voz, encontrándose con una desagradable sorpresa, sin pronunciar ninguna palabra asintió su cabeza, aguantó sus lágrimas y volvió a guiar sus ojos a donde estaba aquella extraña chica de melena morena y cuerpo perfecto con curvas bien marcadas, llevando una vestido curto, su vestido de cual le compró Hyun Joong, su regalo que aun no ha logrado poner. Dando la vuelto y decidida a marcharse se encontró con la cara de Kim Hyun Joong a escasos centímetros de la suya.

• Esta vez también te obligó mi padre?
• Ji Nah-ya no es lo q....

Ji Nah no aguantó ver como intentaba mentirle justo a la cara, parecía patético y es lo que más odiaba, ver como un hombre intenta excusar un crimen que hizo delante de todos.

Apretando sus puños, llevó sus manos hasta su cara, abofeteándole.

• Es el fin, estas libre ahora.