CAP.
6
El
día había llegado, Ji Nah se levantó a un ruido extraño.
Perezosamente abrió sus ojos, estiró sus brazos y apartó la
sabana, levantándose para averiguar de donde provenía aquel extraño
sonido.
- Si Young ¿qué haces?
- Aiiix, lo siento!
Si
Young sin dirigir más la mirada a Ji Nah siguió preparando su
maleta, Ji Nah a su vez le quedó mirando mientras pensaba por si
misma “Dónde pasó la
noche?” Sin poder contener
más sus palabras, habló.
- Donde pasaste la noche, eh?
- Ehem… a...a…Lo siento! Es por el alcohol.
- No te he dicho nada, solo me preocupé.
Los
dos prepararon sus maletas, cambiaron sus ropas y pusieron
maquillaje, la cosa más importante para cualquier chica, y que es parte de la vida de cualquier coreana.
Cogieron
sus maletas y salieron hacia el taxi que les esperaba para llevarlos
al aeropuerto, mientras estaban de camino hacia su ultima parada en
aquel país, Ji Nah vio una pequeña tienda de animales.
- Paraaaa, Paaaaarrraa – mientras daba golpecitos a la ventanilla del coche.
Una
vez paró el coche, Ji Nah salió corriendo hacia la tienda, y tras
ella salió su hermana Si Young.
Ji
Nah daba vueltas en toda la tienda, hasta que paró alado de un
pequeño gato persa peludo, blanco y de ojos verdes.
- Señora, quiero ese – mientras hacía gestos.
La
señora se encaminó hacia ellas, sacando el gato de su sitio.
- Quiero enviarlo a esa dirección - dándole la dirección.
- Pero tu, ¿qué haces, para quién es?
Sin
contestarle, Ji Nah se encaminó hacia fuera, de vuelta al Taxi.
Tras
pasar unas horas ya estaban de vuelta hacia su cuidad, estaban
preparadas para la rutina de siempre, Si Young cogió sus maletas y
arrancó su coche, yendo a su apartamento en Gangnam, mientras que Ji
Nah soltó un respiro y entró a la grandiosa casa de su padre que se
encontraba afueras de Seúl.
- Papi, estoy de vuelta – dejando sus maletas de lado.
Su
padre apareció con una gran sonrisa en su cara, abriendo sus brazos
y caminando hacia ella.
- Mi pequeña, te eché de menos – abrazándola – y tú hermana?
- Pasara después – con una sonrisa forzada.
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Los
Días pasaban, y las chicas volvieron a su rutina, Si Young a su
trabajo y su amor de toda la vida “Choi Dong Wook” su novio des
de la secundaria, y del cual el jefe de su sección en el canal donde
trabaja.
Ji
Nah por otro lado comenzó a trabajar en la empresa de publicidad de
su padre, como directora general, se encargaba de todo.
Un
día y mientras intentaba localizar a Kim Hyun joon, alguien abrió
la puerta de su oficina, y sin dirigirle la mirada, habló.
- Por favor cualquier cosa habla con la secretaria – mientras daba vueltas en su oficina con el móvil en la mano.
- Lo siento, pero me mandaron directamente a hablar contigo.
Ji
Nah desesperada y enfadada por no poder localizar a su novio, giro
gritando:
- Y yo te he di… ¿tú? – con un gesto de mano.
- ¿Tú?
Los
dos se quedaron callados, mirando el uno al otro, hasta que habló Ji
Nah:
- Por favor Siwon-ssi habla con la secretaria que estoy ocupada.
Siwon
guío sus ojos en toda la oficina y después hasta su mano, soltando
media sonrisa y dio la vuelta saliendo de ahí.
Pasados
unos minutos, el móvil de Ji Nah comenzó a sonar, con alegría lo cogió, después de ver el número soltó un suspiro y contestó:
- ¿Ji Nah, qué crees que haces? Te envié un modelo importante, lo necesitamos y tú lo echas así?
- Papa yo…
- No quiero escuchar nada, ve a por él ahora, le quiero de vuelta.
Ella
sabía que no iba a ser fácil trabajar con su padre, pero no había
otra cosa mejor. Cogiendo su bolso salió de ahí preguntando por la
agencia de Siwon y subiendo al coche dando la dirección a su
conductor.
Después
de unos minutos Ji Nah ya estaba en la entrada de SM Entertainment,
soltando un suspiro y relajando su cuerpo, se encaminó hacía dentro
con pasos seguros.
- Perdona, puedes darme el número de Siwon-ssi
- Lo siento, pero no podemos dar ninguna información de nuestras artistas.
Mientras
sacaba su móvil intentando contactar a su padre vio a Siwon entrar,
sin pensarlo puso sus pies en marcha, logrando alcanzarle cerca del
ascensor.
- Siwon-ssi – respirando – Quiero hablar contigo.
- Habla con la secretaria que estoy ocupado – dando la vuelta y entrando al ascensor.
- Lo siento, sé que … - se cerró la puerta del ascensor
Ji
Nah soltó un largo suspiro, y quedó observando a que planta se
dirigía, de pronto cogió el otro ascensor dirigiéndose a la misma
planta. Llegando ahí se quedó mirando a todas partes intentando
localizarle, sin lograr a verle, pasó todo el paseo revisando cada
sala de las cuales tenían cristales que le permitía ver todo lo que
había dentro.
Sin llegar a verle paró poniendo sus manos en su cintura y moviendo una
de sus piernas, de pronto reconoció su voz que provenía del fondo
del paseo, decidida se dirigió con pasos rápidos, abrió la puerta
bruscamente y habló:
- Ya te he pedido perdón ¿No? – con toda su voz.
Creando
un ambiente incómodo y confuso entre los dos y la gente que había que había dentro.
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