Titulo: Un golpe del Destino
Autoras: Sheima y Sara
Genero: Comedia Romántica
Clasificación: En principio para todas las edades, pero hay momentos en los que uno se deja llevar xD Ya Avisaremos.
Katherine Vela y Nana Crochet, ambas procedentes de Francia viajan a Corea en motivo de la presentación de la nueva colección de Katherine Vela, una joven y exitosa diseñadora. Nana, su modelo, es victima de un accidente cuyo culpable es Kang Ji Hwan. A raíz de ese acontecimiento empiezan los lios amorosos de ambas parejas. Park Shi Hoo, amigo de Kang Ji Hwan se enamora de la difícil y fría Katherine.
CAP.1 DESFORTUNIOS:
Apenas hacía un día que
habían llegado a aquel país y ya se encontraban caminando sin
descansar en busca de tiendas. Pero no tiendas cualquiera. ¿Para que
tenía ella que comprar ropa cuando podía hacérsela ella misma a su
gusto? Y derrochando glamour y con un look realmente deslumbrante se
mezclaban entre la multitud. Una rubia y la otra morena. Una alta y
la otra de estatura media. Katherine Vela, y Nana Crochet,
una popular diseñadora de moda, y su mejor amiga y modelo. Ahí por
donde iban hacían voltear la mirada de la gente, no solo por ser
extranjeras sino por la extrema belleza de Nana. Su palida piel, su
largo pelo rubio, sus ojos cristalinos del color del mar y sus
rosadas mejillas a conjunto con sus rosados labios hacían que
cualquier hombre u mujer que se cruzara con ella tuviera la urge de
voltear a mirarla, sin descartar su finísimo cuerpo, contrastando
con su amiga, de igual tez blanca, pero de cabellos cortos y oscuros
como la noche. Oscuros ojos con grandes pestañas que eran la envidia
de toda mujer, y unos labios rojos y apetitosos a los ojos de
cualquiera. Un cuerpo no tan alto pero con curvas, sin ser
exageradas.
- Katy, luego sí que vamos a ver tiendas, vale? – dijo la rubia
- Si nos sobra tiempo. Ves tú si quieres, no ves que voy justa de tiempo?
Finalmente Katherine
pareció encontrar una tienda que era de su agrado, pues como de
costumbre pareció olvidar todo lo que había a su alrededor y solo
hacía que ver, comparar y tocar distintas telas en busca de la
perfecta. Si por algo era famoso aquel país, al menos en su
mundo, era por sus coloridas sedas.
Y mientras ella inmersa
en sus “amores” el teléfono de Nana empezó a sonar.
<<Hey
I just met you, and this is crazy, here’s my number,
so call me maybe?>>
Nana le hizo señales a
Katherine que con sus cascos puestos no la veía y la avisó de que
iba a salir a contestar y así lo hizo. Apoyada en una farola y
hablando con alguien empezó a caminar sin ni siquiera darse cuenta.
Estaba al borde de la acera cuando uno de sus tacones la traicionó
haciéndola caer, con la mala suerte de ser arrojada por un coche.
Cayó al suelo inconsciente y ensangrentada mientras la gente curiosa
se acercaba. El dueño de aquel coche bajó y asustado la cogió en
brazos y la metió en su vehiculo en pánico mientras cubria su
rostro con una gorra y desapareció de ahí para luego aparecer en el
hospital. Katherine seguía haciendo sus compra y no se dio cuenta de
nada.
Finalmente salió de la
tienda y miro a su alrededor. No había señales de Nana por ninguna
parte.
- Impaciente… - dijo pensando que probablemente estaría mirando tiendas por si misma, y se fue.
Se fue del lugar
ignorando los murmullos de la gente que aún seguían en shock tras
lo ocurrido, y feliz con sus bolsas en mano se encaminó hacía el
hotel donde se hospedaban.
- Ya vendrá cuando se canse
En otro sitio….
- Se pondrá bien doctor?? – preguntaba un hombre nervioso y sudoroso
- Tenemos que dejarla en observación esta noche… haremos lo que podamos. Su situación aún no es estable.
- Y… han podido localizar a alguien en relación a ella..?
- Lo sentimos… por ahora, usted es su único “guardián”. Acompáñeme por favor. Necesitamos sus datos.
Una vez finalizado todo
el papeleo que un ingreso en el hospital conllevaba, nuestro sujeto
cogió su teléfono y marcó un número.
- Shi Hoo… creo que estoy en problemas…
- Ahora vengo.
Una hora después el
susodicho Shi Hoo, o más conocido como Park Shi Hoo, apareció por
la puerta principal buscando con la mirada a su amigo, el cual
localizó sentado en un banco con las manos echadas en la cabeza.
Levantó la cabeza y le vio. Se puso en pié y lo saludó con una
media sonrisa forzada, y nada más verle empezó a contarle todo lo
que habia sucedido. En apenas dos horas había pasado de ser un
hombre sin problemas a haber atropellado a una extranjera in
identificada y inconsciente de la que el era el máximo responsable.
- YAH! Kang Ji Hwan!!! Eres un completo desastre!
- Ni que lo hubiera hecho a proposito!! Encima tengo un viaje...
- Encontraremos un modo de resolverlo..
Apareció a los pocos
instantes una enfermera que se los llevó a la habitación donde Nana
yacía actualmente consciente. Un doctor se encontraba a su lado
derecho y les informó de su actual estado, que parecía favorable.
Kang Ji Hwan se agachó
poniéndose a su altura. La miró a los ojos y habló.
- He-Hellou
Ella lo miró y lo empujó
lejos de ella. Kang Ji Hwan miró a Shi Hoo con cara de “que
piensas?” Y Park Shi Hoo contestó en voz alta.
- Pienso que es preciosa.
- No me referia a eso ¬¬ - dijo dandole la espalda de nuevo y mirandola a ella otra vez.
El doctor se sentó y le
dirigió la palabra.
- Recuerda lo sucedido?
- ….
- Perdón... Can you remember anything? - preguntó esta vez en inglés.
- ….
Ella lo miró sin
respuesta y analizó con la mirada a todos los presentes finalmente,
se quedó mirando a Kang Ji Hwan y habló.
- Who are all of you.. and where am I? - preguntó asustada y en un hilo de voz muy tierno.
Shi Hoo miró a Kang Ji
Hwan que no apartaba sus ojos de ella incrédulo. El doctor los miró
y les pidió que salieran de ahi.
- Necesitamos hacerle unas pruebas..
- Ni hablar. - dijo Ji Hwan y la cogió por los hombros. - por favor! Haz memoria! Piensa! Como te llama?? De Dónde vienes?!!
La enfermera y Shi Hoo
los separaron, Ji Hwan estaba alterado, y eso no era bueno. Nana
asustada por el repentino contacto y los gritos y se le humedecieron
los ojos. Pequeñas lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas y con
una mirada asustada empezó a balbucear cosas que ninguno de los
presentes entendían, Finalmente, Ji Hwan y Shi Hoo salieron
dejándolo todo en manos de profesionales.
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