Creí amarlo verdaderamente, hasta que te conocí.

TÍTULO: Creí amarlo verdaderamente, hasta que te conocí.

AUTORA: Pao.

CLASIFICACIÓN: Todo aquel que quiera leerlo.



CAPITULO 1

Había estado enamorada de él por más de un año, pero él solo la veía como una amiga más o eso pensaba ella, no se hubiera imaginado lo que pasaría. Llego a casa bastante tarde pues sin haberlo planeado terminó en el cine y después comiendo algo con sus amigas, estaba bastante cansada. Cuando estaba llegando lo vio parado en la entrada del edificio, en ese momento recordó que en la universidad él le había preguntado hasta que hora tenía clases y si se iría directo a casa, ella contestó que sí sin sospechar el motivo de la pregunta, se sintió avergonzada y apenada, ¿cuánto tiempo habría estado esperando? Él se dio cuenta que ella lo miraba bastante extrañada, le sonrió y  le dijo:



-Me mentiste, dijiste que vendrías directo a casa

- Lo siento, todo fue de improviso, fue casi casi un secuestro. Ambos empezaron a reir y ella le pregunto:

 - Pero, ¿qué haces aquí? ¿Paso algo?

- Si, mi tía me saco de casa (él vivía en casa de sus tíos, ya que sus padres se encontraban lejos) y pensé que podía quedarme contigo (pone cara seria).

 Asustada le dice:

 - ¿En serio?, pero ¿qué paso exactamente?

 Riéndose hasta más no poder:

- Es una broma tonta (ella lo miro molesta), solo quería verte y hablar contigo.

 - Fernando es una broma, ¿viste la hora que es?, ¿qué podría ser tan importante, que no pudiste esperara hasta mañana?

 - Es algo que estuve guardando ya desde hace un tiempo, si no lo digo hoy no creo tener el valor de decirlo otro día. Se quedo callado por un momento y antes de que ella pudiera decir algo le dijo:

- Jeni, me gustas, y ya no aguanto más quiero que estés conmigo, que seas mía y de nadie más.

 Se le abrieron los ojos como platos y casi petrificada, respondio:

 - Pe....pe...pero.

 Sin dejarla terminar le tapo los labios con el dedo y poco a poco se fue acercando para besarla, ella no lo dudo lo que había soñado tanto estaba pasando y respondió a su beso de manera muy apasionada, el mundo se acabaría en ese instante y ellos no se darían cuenta. Desde ese día empezaron una relación muy estable y llena de amor, todo era como ella lo imaginaba, excepto por… (lo sabrán más adelante). Tenía 3 años juntos y el siguiente paso era obvio, él le pidió matrimonio y ella acepto. Todo iba a viento en popa, tenían la fecha de  boda, escogieron una fecha especial, el cumpleaños de ella, era la fecha perfecta se graduaban en Diciembre y tenían 3 meses para tener todo listo.

 4 meses antes de la boda a manos de ella llegaron unos papeles que serian el detonante del rompimiento, eran los papeles que tanto ansiaba ver, la habían aceptado, el sueño que tanto deseaba cumplir iba a hacerse realidad, podría viajar a Corea. Se presento para la beca sin decirle nada a Fernando, no estaba segura, pero convencida por sus amigas lo hizo y para su fortuna o quizás desdicha la habían aceptado. Estaba tan feliz y emocionada, pero a la vez preocupada, no sabía cómo decirle a Fernando, él siempre se había mostrado incomodo e incluso enfadado por su amor por el Kpop, los doramas, en sí por su amor a Corea, las pocas peleas que habían tenido fueron muchas veces por causa de esto. No sabía cómo lo tomaría pero esperaba que la entendiera, si me ama comprenderá pensaba ella. Tenía todo planeado seguir con la boda y después de la luna de miel ir tras su sueño.

Lo llamo para poder conversar, nada salió como esperaba, el no comprendió lo que ella quería y lo tomo mal, grito mucho y se enfureció, alegando que a ella poco le importaba él y que su obsesión por Corea había llegado al límite. Le dio un ultimátum y antes de salir le dijo:

 - Haz lo que quieras, pero ten bien en claro es tu viaje o yo (tiro la puerta muy enfadado)

No sabía qué hacer, había llorado tanto que le dolían los ojos, era abandonar al hombre que tanto amaba por perseguir su sueño, era olvidar los 3 años más felices de su vida y empezar de nuevo en un país totalmente ajeno a ella. Se quedo dormida antes de poder tomar una decisión. Al día siguiente, se despertó muy angustiada y sin saber porque le vinieron a la mente las palabras que su madre una vez le dijo: "nunca dejes que nada ni nadie te quite lo que consideras valioso para ti" Esas palabras fueron lo que la impulsaron a seguir su sueño, por más doloroso que fuese dejar atrás al hombre con quien había imaginado el resto de su vida.

Tenía que decirle lo que había decidido, sabía como se pondría él, pero debía enfrentarlo. Quedaron en encontrarse, para extrañeza de ella él le pidió que se encontraran en donde él le pidió matrimonio, la playa. Llego muy temprano estaba muy nerviosa, para su sorpresa él ya estaba ahí. Quiso comenzar a hablar, pero el hablo antes:

 - ¿Has estado bien?, (mientras ella asentía con la cabeza) siento haber sido tan duro contigo, pero trata de entenderme, no puedo imaginarte tan lejos, cuando me lo dijiste sentí que desde ya me abandonabas, y al ver la expresión que tienes, sé que lo harás. Lo miro con lagrimas en los ojos y con la voz entrecortada le dijo:

- Fernando trata de entenderme por favor, no quiero que esto termine, por ....

Sin dejarla terminar.

 - Lo siento, aunque en este momento sea la persona más egoísta del mundo, no puedo entenderlo, espero que te vaya bien y no te arrepientas de lo que estás haciendo, te amo mucho (le beso la frente) .... y no te preocupes yo me encargo de todo, seré yo quien  de la noticia.

Se fue sin decir nada más y sin dejarla pronunciar palabra alguna. En ese momento lo vio mientras se iba, cayó a la arena y lloró hasta ya no poder más. Los días pasaron muy lentamente, sus padres se sorprendieron con la noticia, pero la apoyaron, solo querían verla feliz y si había decidido irse, ellos no la objetarían, y sin esperar a que llegara su graduación se fue, esto solo lo sabían sus padres y amigas más cercanas.

Ya en el avión lloro mientras veía como se alejaba del lugar en donde había pasado toda su vida, del lugar que la vio nacer, de su adorada familia y del hombre que tanto amaba. Serian 5 años lejos del único mundo que conocía.

Las horas en el avión fueron eternas, no pudo dormir nada, cuando se dio cuenta ya había llegado y los nervios y la ansiedad no tardaron en aparecer. Todo era hermoso, más de lo que había imaginado, las fotos no le hacían justicia a la hermosa ciudad de Seúl, tantas veces se había imaginado saliendo del aeropuerto de Incheon admirándose de la belleza de ese país y hoy todo era real. Para ella no era problema movilizarse sola por la ciudad, tenía un coreano muy fluido y mucha gente se admiraba de ello. Se instaló sin ningún problema, pasó días recorriendo la ciudad, conociendo los lugares que más deseaba, entre ellos el río Han. Desde la primera vez que fue a verlo se enamoró de él, no había día que no vaya a verlo.

Ya había pasado casi un mes, los días habían sido muy tranquilos entre su trabajo de medio tiempo en una cafetería (trabajo que consigo, gracias a la beca que también incluía un departamento), el turismo de diario y su visita nocturna al río Han, le encantaba esa ciudad, hacía mucho frío pero para ella era un ambiente muy cálido, había conocido gente muy amable y se hizo amiga de una ajhuma muy amable la cual vivía en el departamento al lado del suyo. Estaban por empezar sus clases, estudiaría Periodismo y Comunicación (se sorprendió a sí misma al escoger la carrera, no tenía nada que ver con su primera carrera, Industrias alimentarias). Se levantó muy temprano, se alistó y se fue a la Universidad, era su primer día y estaba algo inquieta. Al principio fue incomodo, pues la veían como bicho raro, pero ya después se sintió mejor, había hecho una amiga Kim Ha Na, una chica muy linda y tierna la cual hablaba mucho.

Pasaron los días entre la Universidad, el trabajo, algunas salidas ocasionales con Ha Na y claro su visita diaria a su adorado río Han. Era un día muy agotador, la otra chica que trabajaba en el café con ella estaba enferma y tuvo que hacer doble turno, estaba muy cansada y solo quería dormir, pero no se podía ir a casa sin haber por lo menos pasado por su sitio nocturno preferido. La noche estaba más que linda, la luna la acompañaba mientras ella caminaba a orillas del río, increíblemente al estar ahí todo el cansancio se esfumo, era bastante tarde se escuchaba un gran silencio, el cual ella disfrutaba, saco sus auriculares y se sentó a escuchar un poco de música, su cuerpo el cual se había de todo el agotamiento del día le pedía bailar así que, quitándose la chaqueta, aún llevaba su uniforme de trabajo (estaba tan cansada que prefirió ahorrarse la fatiga de cambiarse),  empezó a bailar al ritmo de la música, comenzó a saltar y dar vueltas mientras bailaba, en una de las vueltas abrió los ojos y mientras giraba se dio cuenta que alguien la observaba. Era un hombre alto, atlético, que llevaba una gorra y unas gafas oscuras. Paró en seco, al hacerlo se dobló el tobillo y cayó al suelo, estaba muy avergonzada, quería salir corriendo, pero el dolor de su tobillo se lo impidió al tratar de parase. El hombre al ver la escena se acerco rápidamente a ella tratando de ayudarla, al agacharse tratando de alzarla se le cayeron las gafas y gran sorpresa se llevo ella al ver de quien se trataba. No podía creer lo que sus ojos veían, era él, él chico más guapo del mundo en único hombre (aparte de Fernando) que le robaba suspiros al ver sus fotos, si estaba segura era él, estaba frente a ella tomándola de los brazos.