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sábado, 13 de octubre de 2012

Un golpe del destino ...!! CAP. 7









CAP. 7 Volviéndose a la realidad  

El día había llegado y el dormitorio se iluminó con los pequeños y débiles rayos de sol que se filtraban a través de la grandiosa y única ventana de aquel dormitorio, cruzando la persiana y las cortinas. Ji Hwang, notándose su felicidad en su rostro, se levantó de la cama que había compartido por primera vez con Nana. Aquella noche fue la mejor noche de su vida. Nunca pensó que estaría tan hambriento por tener a una mujer entre sus brazos hasta que la conoció. Su inocente carácter y su cara de niña le habían capturado el corazón, siempre sentía miedo de acercarse a ella y expresarle lo que sentía.
Aquella mañana se veía satisfecho con lo que había hecho. No se arrepentía para nada, lo tenía todo planeado y decidido, a partir de aquel día iba a ser solo suyo, el hombre que está dispuesto a hacerla feliz el resto de su vida.
Decidido y con ganas de que empezara el día, se puso de pié guiando sus pasos hasta la cocina verificando lo que tenía en la nevera. Se puso manos a la obra y hizo el desayuno, una vez ya hecho, se lo llevó a la habitación donde se encontraba Nana aún dormida. Con pasos muy cuidadosos, se acercó hasta el borde de la cama, poniendo la bandeja del desayuno sobre la mesita de noche, y se acercó a ella, dejando su cara a escasos centímetros de su rostro, observándola por unos segundos y soplando aire suavemente hacia su cara con la intención de despertarla. Nana frunció el ceño, aún dormida, y puso expresión de molesta. Empezó a abrir sus ojos perezosamente y con ganas de seguir durmiendo, encontrándose la cara de Ji Hwang a poca distancia de la suya. Abrió los ojos como platos y se sentó, enrollándose a si misma en la sabana. Ji Hwan con una sonrisa le puso la bandeja del desayuno delante y se sentó a su lado para desayunar. Mientras se disponían a comer, Ji Hwan abrió la boca rompiendo el silencio que llenaba la habitación.

– Se te da bien eeeh….- sarcásticamente

Nana nerviosa y sin saber que decir, le escupió en la cara la cuchara de arroz que se acababa de poner en la boca, llevando sus mano hasta su boca, tapándosela, giró su cabeza hacia el otro lado, evitando el contacto visual. Ji Hwan se echó a reír y dijo:

– No me vas a limpiar la cara? – con un tono tierno

Sin pronunciar palabra Nana se levantó, dirigiéndose a traer una servilleta, mientras Ji Hwag la cogió por la muñeca obligándola a sentarse encima suyo y a escasos centímetro de su cara mañanera.

– Limpialo... - mirándola seriamente

Nana llevo su mano hasta su cara quitando los granos de arroz uno por uno, sin embargo Ji Hwang la sorprendió cogiéndole la mano y chupándole el dedo mientras la miraba directamente a sus ojos eróticamente. Sin previo aviso la cogió por la cintura y la hizo girar, poniéndose sobre ella, devorándose otra vez entre besos apasionados.

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Por otro lado Katie se encontraba al otro lado de la cama donde yacía Shi Hoo. Tenerle cerca le daba confianza y le hacía feliz pero no sabía cómo expresarlo, ni tampoco estaba segura de lo que sentía por él.
Mientras se disponía a dibujar figuritas desde su pecho hasta su abdomen, Shi Hoo repentinamente abrió sus ojos, ella le sonrió dulcemente, y dijo :
– Me atraes...

En un impulso Shi Hoo se sentó sobre ella y le confesó con palabras sencillas y directas.

– Me gustas...

Mientras intentaba acercarse a ella para darle un beso, el móvil de Katie comenzó a sonar, lo cogió y vio que era un prefijo de Francia, asustada y sin saber que hacer tiro a Shi Hoo de encima suyo y comenzó a sobresaltarse “París!! … París!!”.
Mientras se disponía a hablar por su móvil, Shi Hoo se tumbó a su lado observándola, Katie con un suspiro colgó.

– Buuf que alivio
– ¿Quién es?
– El novio de Nana, el pobre no sabía nada, todo ese tiempo intentaba localizarla, ahora que le he contado que Nana perdió la memoria se ha puesto histérico, creo q...

Y antes de que pudiera acabar su frase, Shi Hoo incrédulo, con cara de sorprendido, y sin pronunciar palabra se enrolló en la sabana dispuesto a irse, dejando a Katie destapada. Observándole mientras se disponía a vestirse, katie caminó hacia él abrazándole por detrás, diciendo:

– No te vayas.

Shi Hoo sin prestar mucha atención a lo que le pidió Katie, la soltó y con una reverencia se despidió de ella, saliendo a horcajadas hacia fuera. Una vez llegando al Hall del hotel, buscó su móvil y marcó rápidamente el número de Ji Hwang, estaba en Shock y muy preocupado por su amigo ¿que le iba a decir y cómo le iba a contar esto? Era demasiado tarde Ji Hwang ya se había enamorado, aunque le dijera esto, no va servir de nada, pero era mejor; antes de que diera un paso más en su relación con aquella extranjera, estaba seguro que le iba afectar aquella noticia, pero es mejor ahora antes de que sea demasiado tarde.

– Ji Hwang
– Eee hShi Hoo, llamaste justo cuando te iba a llamar! Estoy en camino hacia el trabajo.
– Ah, bien quería decirte algo
– Lo tuyo puede esperar – interrumpiéndole -Hmm ¿sabes que ayer confesé mis sentimientos a Nana? ya no podía aguantar más, y tuvimos nuestra primera noche juntos…

Shi Hoo al otro lado de la linea abrió su boca de par en par, y sin poder decir nada, oyéndole tan feliz, solo le felicitó y colgó, suspirando una y otra temiendo lo que le venía encima, mientras se disponía a marcharse, recordó a Katie. Llevó sus mano hasta su cabeza y la golpeó, arrepentido de haberla dejado ahí sola. Esta vez el estúpido era él.


Katherine por su parte no podía creerse lo que acababa de pasar. En pocos minutos había pasado de “confesarle” a aquel hombre cuya sonrisa le hacía estremecerse, que se sentía atraída por él… y si sus oídos no le fallaban, él había confesado gustarle ella. ¿Entonces que pasó? Lagrimas de ira se formaron en el interior de sus brillantes ojos, pero se las tragó. No pensaba llorar. No quería llorar, pero no podía dejar de pensar en que “la habían abandonado”.

Se levantó, desnuda como estaba, y con pasos pesados y arrastrando los pies, fue a la ducha. Abrió el grifo y esta vez no le importó si el agua estaba demasiado fría o demasiado caliente. No le importaba quemarse la piel, el dolor por dentro era más intenso. Y mientras gotas de agua se escurrían por su cuerpo, otro tipo de gotas salían de sus ojos cerrados. Y así, en silenció, lloró por primera vez, por un hombre. Pero aquellas lagrimas sabían distinto a las lagrimas de la noche anterior. Unas de felicidad y otras de decepción. Al fin y al cabo todos los hombres son igual, y todos buscan lo mismo. Sexo. Mintiendo y fingiendo amor cuando en realidad lo único que hay de por medio es deseo sin sentimientos.

Aquel día llego rápido a su fin. Nana y Ji Hwang se vieron nuevamente por la noche, y de Shi Hoo no se supo nada. No contestaba a su teléfono por más que Ji Hwang le llamara. Había decidido desaparecer por un día. Y Katherine durmió sola, nuevamente, con no más compañía que la de sus vestidos y el perfume que quedaba de Shi Hoo en la sabanas.

Sonó su despertador. Aturdida por el ruido Nana se despertó. Esperaba estar sola, Ji Hwang se abría marchado ya a trabajar, pero para su sorpresa, él seguía a su lado. Miró su torso desnudo y sonrió sonrojándose. Con la dulzura que la caracterizaba hundió su cabeza en el pecho de su compañero mientras él acto reflejo la abrazó, aún estando profundamente dormido. Nana le abrazó más fuerte, sintiendo como el calor de sus pieles también se abrazaba y se sentía cómoda. Pero pronto aquella tranquilidad fue interrumpida. Alguien estaba tocando al timbre y planeaba destruirles los tímpanos. Ji Hwan se levantó asustado y Nana también se enderezó.

- Quien será? – preguntó Nana mirándole
- Voy a ver… espera aquí.

Ji Hwan se levantó y Nana le siguió, no haciendo caso a sus palabras, no sin antes ponerse algo de ropa encima. Cuando por fin alcanzó el pomo de la puerta, lo que vio lo dejó algo confundido. Un chico alto, y rubio parado enfrente suyo y con cara de enfado.

- What the hell…? – dijo aquel extranjero.

Ji Hwan se puso tenso, de algún modo presentía lo que iba a pasar, y no le gustaba nada la idea. A su lado y pasando desapercibida, estaba Katherine. ¿Qué hacía ella allí? Pero no tuvo tiempo de pensar mucho más cuando Nana tras él avanzó poniéndose enfrente del extranjero. Los dos se miraban y ella pronunció un nombre. Nombre que le partió el corazón a Ji Hwan y que alegró la cara del forastero.

“Kéven”

Con la mirada perdida, Nana repite su nombre, y kéven la estira hacía él para abrazarla con fuerza, con lagrimas en sus ojos. Pero Nana pierde los sentidos y desfallece delante de ambos. Ji Hwan intenta cogerla, pero llega tarde, Kéven ya la tiene entre sus brazos.


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Abrió lentamente los ojos y solo vio un techo blanco. Vio un suero que colgaba de un “palo” y con un tubo que le suministraba aquella substancia acuosa a su cuerpo. Escuchaba el “pip-pip” de una maquina que tenía también conectada al cuerpo. Aquel sentimiento de estar enchufada a más de un sitio no le gustaba e intentó incorporarse, pero su cabeza dolía. Dolía tanto que cualquier ruido parecía dispuesto a hacérsela explotar. Pero entre el pitidp de la maquina y su respiración, oía otro tipo de ruidos. Una conversa. Reconocía una de las voces, pero la otra era totalmente desconocida para ella.

- Que dices???! Nana es una persona muy dulce e inocente!!
- Nana?? Dulce?? Desde cuando??! Nana es una chica muy independiente y directa sin ningún tipo de pudor!
- No mientas! Nana es la chica más inocente que jamás haya visto!
- ¿¿Estás seguro que hablas de MI NANA?? ¿¿No te confundes de persona??
- Como quieres que me confunda de persona cuando es la mujer a la que amo y que ha pasado más de un mes a mi lado??? TU NANA?? Es MI NANA?

Nana que lo escuchaba todo, no entendía muy bien lo que estaba pasando, pero uno de los dos se equivocaba y mucho con ella. Muy a su pesar, ellos no iban a callarse si alguien no los callaba, y aunque también escuchaba la voz de Katherine intentando calmarlos, ninguno de los dos le hacía caso. Llegó como pudo a la puerta, abriéndola y viendo a los dos hombres que se peleaban por ella. Ambos la miraron sorprendidos.

- Que haces de pie!?
- Acuéstate!!

Pero Nana les ignora, tener a Kéven delante es lo único que deseaba, y así como su corazón lo indicó, se lanzó a sus brazos abrazándole. Kéven contestó al abrazo y ambos lloraron. Lloraban abrazados y besándose. A simple vista era obvio que su relación era especial. Ji Hwan que estaba presente se sintió dolido y sin más, se dio la vuelta y se fue. Katherine que se sentía culpable, lo siguió, corriendo tras él. Ninguno de los dos habló. Se encontraban en un parque algo lejano, y Katherine no sabía como reconfortarle.

- ¿Estás… bien?
- Si – dijo él- ¿porqué no me lo dijiste?
- Lo siento… no pensé que vuestros sentimientos pudieran crecer tanto…. Pensaba que solo era por parte de ella…
- Ya veo – dijo Ji Hwan mirando al horizonte
- La quieres? Digo… la amas de verdad? – preguntó Katherine, todo en un tono de voz comprensivo y preocupado.
- Si…

Ella no sabía que hacer y simplemente le abrazó ligeramente, haciéndole sentir su apoyo y su presencia como amigos que eran. Unos 10 minutos después, Ji Hwan le pidió a Katherine que le contara la historia, y Katherine así lo hizo. Nana y Kéven eran novios. Eran una pareja formal y seria. Él era futbolista y los dos se amaban. Aquella historia sonaba bonita, pero para él era mortífera. Él la había amado. La había cuidado… Incluso se dejaba llamar por un nombre que no era el suyo… sin saber que aquel era el nombre de la persona que Nana realmente amaba.

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