CAP. 8
Por otro
lado, todos se preguntaban entre sí, donde se fue Minwoo
agarrando tras él a Evon. Pero no duró mucho la espera minutos después sonó el móvil de
Junjin.
- Es Minwoo, dice que le ha surgido algo importante.
- Y Evon? Estos dos traman algo – dijo Kiara apoyando su cabeza sobre el hombro d Eric
- Igual que vosotros – dijo Dongwan
Bajó
las risas de todos, se acabó la noche y todos volvieron a sus casas, Llegando al apartamiento Kiara quiso despedirse de Eric para entrar a su piso peró este con un gesto de lo más lindo la agarró de la mano y le beso la frente.
- Quédate conmigo – lloriqueando
Con un
sonrisa Kiara volvió a guardar sus llaves y lo acompaño, los dos
cogidos de la mano se dirigieron hacia dentro, Eric se disculpo entrando
al baño, mientras Kiara quedó sentada al borde de la cama en su
espera.
Los
ojos de Kiara comenzaron
a cerrarse contra su voluntad, dejó caer su cabeza sobre la almohada
que ya estaba acostumbrada a su comodidad, relajando sus músculos,
tratando de ignorar su sueño pero le acabó ganando obligándola a
cerrar sus ojos, y quedar profundamente dormida.
- Levantaaaate – jugando con sus mejillas rozadas de tanto beber.
Kiara
abrió sus ojos perezosamente, y lo miró quejándose pero sin oponer
a acompañarlo, Eric viéndola como se movía de un lado a otro, la cogió por los pies subiendola sobre sus hombros.
- Que es esto? - dijo abriendo sus ojos
- Para ti – abrazándola por la espalda
Eric la habia preparado un baño, eso explicó su tardanza. entre sorpresa y conmoción la abrazo, estando tan ocupada se molestó en preparar todo eso era un gran detalle en los ojos de aquella niña mimada, mientras se dirigía hacia la bañera el suelo estaba lleno de velas y la bañera con espuma y pétalos de rosas rojas, en sus ojos era algo mágico.
- Te quiero – susurro con un hilo de voz
- Yo más - besándola en la mejilla – toda tuya, descansa y no tardes que te estaré esperando.
Poco
después Kiara salió cubierta en el albornoz de Eric que la quedaba
bastante grande. Eric con unos pasos seguros se encaminó hacía
ella, poniendo sus manos sobre sus hombros y inclinando su cabeza
hacía la suya, hablando.
- No te queda bien – desviando su mirada y silabando.
Sin
pronunciar palabra, kiara quitó el albornoz, quedando como dios la
trajo al mundo delante de él, Eric abrió sus ojos como platos, y empezó a carraspear una y otra vez mientras su cara cada vez se sonrojaba más, Kiara con una sonrisa sarcástica que se dibujó en su cara, lo dejó parado y se tiró encima de la cama cubriendose con el edredón.
- Buenas noches.
- Como que buenas noches – saltando sobre ella
Los
dos empezaron a jugar, y casi sin darse cuenta Eric había empezado
a acariciarla mientras hablaban en voz baja, tan
lentamente como ella entraba en calor, los pies muy fríos enredados
a los suyos, y al ir siguiendo con los dedos ahora más sensitivos y
audaces el tacto de su piel
y la sensualidad que buscaba y reconocía luego con los labios,
volvió
a acordarse, ahora sin miedo ni vergüenza, sólo con dulzura, casi
con agradecimiento, de los sueños eróticos de los catorce años, y
le pareció que la veía a ella como era ahora mismo y como había
sido la primera vez que unos ojos masculinos la vieron desnuda. Lo
perdía todo, se despojaba de todo, igual que al desnudarse ella
había dejado caer todo al suelo y se había aproximado a él. No había urgencia, ni incertidumbre, ni
ademanes de fiebre o ansiosa brutalidad. La veía moverse oscilando,
erguida, acomodándose despacio encima de él, el pelo sobre la cara,
mezclado con la sombra, los hombros hacia atrás, las dos manos que
le sujetaban con fuerza los muslos.
Desfallecieron
los dos en la misma oleada densa de dulzura, que él fue percibiendo
como si le llegara desde lejos, anunciada, indudable, desconocida,
duradera y lenta, no extinguida todavía después del final, cuando
se quedaron quietos los dos y ella se desprendió poco a poco de él
mientras iba dejándose caer a su lado.
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Los
días pasaban, Kiara comenzaba a quejarse y protestar por todo, Eric
por su lado empezaba a cansarse no sabía que hacer, mas de lo que
había hecho, había intentado todo, pero sin lograr satisfacer a aquella niña, que más podía hacer, estaba cansado, derrumbado quería que funcionara lo suyo pero ella lo complicaba todo..
Una
mañana y mientras Eric se disponía a hacer un desayuno sorpresa
para él y su amada Kiara, Ella se levantó y sin que él se diera cuenta, empezó a pasear por toda la casa había un olor raro que la daba nauseas, un olor que revolteaba el estomago, arrugando su nariz se topó con Eric.
- Que es este olor? - con cara de asco
- El desayuno!!
Eric
con una taza de café en su mano, se encaminó hacía ella.
- Toma para ti.
Kiara
con cara de asco, llevó su mano hasta su boca y la otra hasta la
mano de Eric, haciendo que le caerá la taza de café que llevaba.
- Que haces? - soltando un largo suspiro – estoy harto, ya no sé que hacer
Dejándola
ahí, dio la vuelta cogiendo sus pertenecías y salió cerrando la
puerta de un golpe tras él, dejando a Kiara helada, ella tampoco sabía porque había actuado de tal manera, mientras estaba ensimismada en sus pensamientos mirando a la taza que estaba
bajo sus píe, porque el olor del café y de la
comida recién hecha le hacía cosquillitas en la nariz y nauseas en
el estomago? ella no quería actuar de aquella manera, todo aquello fue un gesto inconsciente.
Sin
pensarlo, cogió su bolso y salió corriendo del edificio hacia
fuera, haciendo pararal primer taxi que paso por su lado, indicándole que la llevara al
hospital mas cercano.
Llegando
al hospital, espero un instante y luego de unos minutos escuchó su nombre, era su momento para salir de dudas, sus pies temblaban y su corazón latía aquello solo la pasaba cuando de pequeña negaba hacer algo que de verdad había hecho y sus padres la regañaban por ello.
- Señorita Kiara ? Pase por favor – indicándole el camino con un gesto de mano
Tras
acabar la revisión que le hicieron, un hombre medio calvo de edad
mediana con su bata blanca se acercó a ella con una gran sonrisa y
habló.
- Señorita Kiara, Felicidades.
- Qué? Por?
- Esta usted embarazada de seis semanas.
Kiara
se levantó con una gran sonrisa en su boca “
Gracias dios! Seré la mejor madre que pueda tener “ , saliendo de aquella habitación testigo de su momento más feliz, se quedó parada por un momento asumiendo lo que acababa de escuchar, con un suspiro que soltó se dirigió hacia la primera tienda de
zapatos que logró localizar, cambiando su tacones de infarto por unas bailarinas para su comodidad y la de su bebé, sin olvidarse de
dar paseos en todas la tiendas de niños que habían a su rededor.
Iba
a anochecer, levantó su cabeza hacia el cielo y pensó para si mismo
“
Ya bede estar en casa “,
cogió sus bolsas que compró y hizo parar a un taxi dirigiéndose de
vuelta hacía su apartamento.
Llegando al apartamento, todas las luces estaban encendidas, sacando sus bailarinas dejándolas en la entranda, se
encamino hacía el salón localizando a Eric sentado en el sofá
cruzado de piernas, aquella posición sería la amaba, siempre cuando se enfadaba y quería que ella lo reconciliara se sentaba de aquella manera. dejando las bolsas de lado, se encaminó hacía él.
- Ya has vuelto.
- Si – con una gran sonrisa en su rostro
- Debemos hablar – cogiéndola de la mano y haciéndola sentar a su lado
- Si claroooo
- Te has dado cuenta que estas ultimas semanas – aclarando su garganta con un ligero tosido - no nos llevamos bien,
- Si, pero... - siendo interrumpida
- Déjame acabar – desviando su mirada – debemos tomar un descanso, o mas bien terminar nuestra relación.
3 comentarios:
huy que desgraciado para enviarlo al programa de LAURA. el titulo seria"Mi novio me dejo y no sabe que estoy embarazada"uy duro, siga así interesante historia.:)
Graaacias ^_^
Wow muy bueno!!!!, a esperar el proximo cap.
"El comentario del programa de LAURA, jajajajaja como me reí"
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