Más cerco de lo que piensas...!! CAP. 7

Capítulo. 7  Secuestro

Pasados 5 meses, todo andaba bien. Narsha y TOP ya no aparecían tan seguido por el Hotel, pero seguían manteniendo amistad con ellos, especialmente ella y Shyrín. Salian siempre juntas ya que las dos estaban sin amigas en aquel lugar. Shyrín por ser extranjera y Narsha por no querer.

Narsha seguía viviendo su vida como antes, pero con la diferencia de que ahora tenia a otro hombre en su vida. Un hombre que la llenaba de amor. Siempre sentía su calor al dormir y al despertar nunca se alejaba de ella pese a vivir en distintos apartamentos, se las arreglaban para encontrar noches libres y pasarlas juntos. Para él, era como un deber llevarla a su trabajo e ir a buscarla de vuelta cada vez que podía. Era atento con cualquier detalle solo para satisfacerla.

Ella por su lado también le cuidaba mucho, pero a su manera. No le contaba sus preocupaciones, le ocultaba cualquier cosa que pudiera afectar su carrera y hacerle perder su fama. Estaba harta de recibir amenazas y comentarios de sus FANS. Cada día se planteaba el hecho de dejarlo de una sola vez y desaparecer, pero no era capaz. Sabia que no podía vivir en un mundo sin el. Sobretodo tras probar su dulzura y su encanto. Pero siempre que se sentía agobiada acudía corriendo a su primer amor y su mejor amigo de toda la vida. Bang Yong Guk. Le contaba todo, hasta los detalles más minimos. El la conocía y sabía como era, eso ayudaba a la hora de darle consejos que pudieran ser de gran utilidad. Y ella sabía perfectamente que él era quien le podía dar tranquilidad y apoyo para poder seguir adelante y no dejarlo todo a medias, como solía hacer siempre.

Shyrín por su lado seguía su relación con aquel chico que con tan solo mirarle la hacía feliz. Estaba dispuesta a hacer todo por él. Tenía miedo de perderle y no poder seguir con su vida como debía. Siempre que lo necesitaba estaba ahí. El nunca la dejaba sola, siendo ella su todo. Des de que su padre le prohibió volver a andar por ahí en batallitas y conciertos underground, lo respetó, pero no podía estar sin hacerlo. Era algo que le gustaba hacer y donde se sentía a gusto. Donde podía expresar lo que sentía sin que nadie le juzgue ni le critique. Además, gracias a aquellas escapadas que hacía conoció al amor de su vida. Y gracias a ella, podía seguir haciéndolo, ya que le cubría en el trabajo para dejarle aliviar su estrés en su pasión. La Musica. Ella se sentía muy mal por él.. y a su vez por su padre, que hasta aquel momento la trató como a su hija, desde un punto de vista profesional.

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Un día normal de trabajo, Bang YongGuk, cogió su coche como de costumbre dirigiéndose al trabajo después de una larga noche y sin descansar (pues volvia de uno de sus encuentros nocturnos) Aparcó el coche en el aparcamiento del hotel y caminó hacia arriba en busca de su novia, a la cual no pudo traer… llegaba tarde al trabajo.

Una vez estando en el Hall del hotel, YongGuk acudió a su oficina buscándola. Y ahí estaba ella, como de costumbre, dejando su escritorio y sentada en el sofá que había en una esquina. Era algo que le gustaba. Se sentía más comoda sentada ahí que doblando sus piernas en una incomoda silla.

- Aquí estás! – caminó hacia ella.

- Has llegado! Pensé que no vendrías hoy – abrazándole

- ¿Como? ¿Crees que puedo pasar un día sin verte? – y le dio un beso en la mejilla

- Ya que estás aquí, tenemos que ir a la oficina de tu padre… habrá que darle estos documentos para enviarlos a Japón lo antes posible.

Cogidos de la mano se dirigieron hacia donde el padre de YongGuk se encontraba siempre. Pero sin previo aviso, YongGuk tiró de la mano de Shyrín obligándola a parar y a girarse. La cogió por la cintura y se inclinó hacia ella haciendo que sus respiraciones se mezclaran, sus labios se tocaran y que sus lenguas se buscaran. Perdidos el uno en el otro, una voz grave y ronca les interrumpió. Una voz para nada desconocida.

- Hmmm…

Los dos se giraron a la velocidad de la luz. Ahí estaba el padre de YongGuk con una mirada confusa que pedía corriendo una explicación racional. En aquel trabajo estaban prohibidas las relaciones entre empleados. Sin pronunciar palabra alguna, y con solo dirigir su mirada a su hijo (el cual agachó la cabeza) los saludó inclunandose. Shyrín con una sonrisa en los labios también se inclinó y le tendió los documentos.

Ambos se miraban nerviosos el uno al otro. Shyrín sin hacer ningún tipo de gesto más se volvió a inclinar despidiéndose de los dos y salió de ahí lo más rápido que sus piernas le permitieron y sin levantar la vista del suelo hasta que hubo alcanzado su propia oficina. YongGuk intentó escabullirse de ahí haciendo lo mismo, sabiendo que su padre no iba a dejar pasar aquella situación, de la cual aún no sabía nada. Y cuando iba a marcharse su padre habló.

- Hablemos – abriendo la puerta y entrando primero

Sin tener otra elección, YongGuk tragó saliva y le siguió. Su padre se dirigió hacia su enorme escritorio tirando aquellos documentos sobre el, y respirando hondo se giró hacia su hijo sin pronunciar palabra.

Yong Guk a su vez sabia perfectamente como era su padre, con solo mirarle, captaba lo que le quería decir. Y antes de que le dijera cualquier cosa, le interrumpió rompiendo el incomodo silencio entre ambos.

- Con tu permiso papá… yo la quiero – inclinándose a modo de disculpa

- Bien, Márchate. – girándose al otro lado de la oficina.

YongGuk extrañado ante aquella reacción tan pacifica, salió de ahí y se fue a su propio despacho. Shyrín por su lado, que no sabía nada de cómo podía actuar el padre de YongGuk al enterarse empezaba a desesperarse y salió corriendo en busca de su novio para mas detalles. Sin encontrarle y habiendo visto que no estaba en su oficina, decidió esperarle fuera, hasta que unos minutos después apareció.

- ¿Que ha dicho? – abrazándole

- Nada, ¿que puede decir teniendo una nuera como tú? – poniendo sus brazos en la espalda de ella.

Aquel día todos trabajaron como de costumbre y al final de la jornada Shyrín cogió sus pertinencias como solía hacer y fue a buscar a su novio. Cogidos de la mano, los dos se marcharon felizmente, entre risas y abrazos.

Por su lado Narsha empezaba a cansarse de las continuas amenazas e insultos que recibía por internet. Estar con TOP cada día se hacía más difícil y pese a que ella no quería mostrarle su lado débil, no podía esconder para siempre como se sentía. Lo había decidido… dejaría a TOP. Y mientras aun pensaba mientras el agua de la ducha caía sobre sus hombros, su teléfono empezó a sonar. Se enrolló en la toalla y fue para cogerlo.

<<Padre>>

Y con un suspiro pesado contestó.

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En otro lado de la ciudad, YongGuk recibió la misma llamada.

- Papá?

- Tenemos que hablar.

- Claro.. dime.

- Mañana a primera hora ven a mi oficina. – y colgó

Aquella llamada lo dejó inquieto. A la mañana siguiente, mucho antes de que cualquiera llegara y sin haber podido dormir bien por la noche, se presentó donde su padre lo esperaría… cuando llegara. No tenia un buen presentimiento. Y tras esperar un buen rato y cansarse de pie al fin apareció.

- Papá..

- Entra. – dijo abriendo la puerta y dejando que su hijo la cerrara tras el.

- ¿De que tenemos que hablar?

- ¿De verdad que no lo sabes? ¿Eres tan tonto?

- No se de que me hablas… está vez me port..

- No hablo de eso! Hablo de Shyrín!

- ¿Que pasa con ella? – empezaba a entender por donde iba la cosa.

- Déjala. Se listo y no me lo pongas difícil. Solo déjala.

- ¿Cómo?

- ¿Estás sordo? No quiero que mi hijo vaya con una extranjera. Si solo es para divertirte haber sido más cuidadoso… sobretodo aquí en el trabajo. No me gusta el ejemplo que vas dando. Un hijo rebelde que no obedece a su familia y que los avergüenza yendo a conciertitos undergroud y luego saliendo con una.. chica que acaba de llegar a Corea. ¿Es que quieres que sea el hazmerreír de todos?

- … creo que es mi vida..

- Eres mi hijo, y trabajas para mí. Al igual que ella… si no la dejas, haré que se vaya.

- Pero..

- BASTA DE PEROS! Si ya has acabado de hablar, vete. No quiero verte hablando con ella, ni acercándote a ella. Al más mínimo señal de que aún estáis juntos, la hecho. Por una vez en tu vida, hazme caso.

YongGuk salió de ahí enfurecido. Estaba enfadado y necesitaba descargar su ira. Todo iba perfecto, todo parecía ir sobre ruedas… ¿Porqué tenia tan mala suerte? Shyrín no era como las otras extranjeras a las que su padre les temía. Ella no estaba con él por dinero… Pero si estaba en corea por ello… y él no podía ser tan egoísta como para hacer que la echaran. Mientras aún intentaba aclarar los sentimientos confusos de su cabeza, Shyrín apareció ante el.

- Amor! – gritó y se colgó de su brazo. – Buenos días.

YongGuk intentaba ser natural y sonreír, pero no podía… tenía que alejarse de ella. Suavemente se soltó de ella y se excusó diciendo que tenía mucho trabajo. Shyrín se sintió rara… pero no le dio muchas vueltas… una mala noche la podía tener cualquiera.

Por su lado, Narsha estaba ocupada y pese a que su teléfono sonaba una y otra vez, simplemente lo ignoraba. No estaba de humor como para tener que fingir estar bien y hablar con TOP. No sabía que hacer… lo quería, pero no podía seguir más con ello. Últimamente incluso recibía cartas en su buzón amenazándola de muerte. Tenía miedo.

A la hora de la comida TOP le mandó un mensaje

<<Estás bien Jagi? No contestas.. Descansa un poco, trabajar tanto no es bueno. Fighting! <333 Te quiero>>

Aquellas palabras la hacían sentir aún más culpable de lo que ya se sentía, pero por otro lado la calmaban. Sabía que TOP solo tenía ojos para ella.

La noche llegó, y no había contestado ni una de sus llamadas. Por otro lado YongGuk había estado evitando a Shyrín todo el dia, y ella peor no podía sentirse. Pensaba que estaría enfadado por algo, pero por más que le daba vueltas no conseguía saber el por que. Había estado todo el día yéndole detrás, pero siendo ignorada. Pensando que no la llevaría a casa, salió un poco antes y se adelantó a la parada con lagrimas en los ojos. YongGuk pasó delante suyo con el coche y muy a su pesar y por mucho que le partiera el alma, pasó de largo sin pararse. Cuando había llegado a su casa, cogió vio que Shyrín le había hablado por kakaotalk.

<<estás enfadado? Puedo saber por qué?>>

<<No eres tú, soy yo..>> - contestó

<<No me digas… no lo había notado..>>

<< Dejémoslo… esto nuestro no funciona>>

Y no volvió a recibir respuesta… lo había decidido. Por mucho que le costara iba a romper con ella… Por mucho que la quisiera, aquello era por su bien. Shyrín que no se podía creer lo que acababa de leer se tumbó sobre la cama mirando el techo, y poco a poco lagrimas empezaron a brotar de sus ojos. ¿Dejarlo? ¿Cuál era el motivo…? De la mañana a la noche los sentimientos de una persona no podían cambiar tan rápido… ¿Porqué? Y mientras lloraba preguntándose el motivo se quedó dormida con la ropa de trabajo.

Otro día había pasado, y YongGuk volvió a ignorar a Shyrín, y Narsha a TOP. Esta ultima no podía evitar sentirse confundida. Aquella jornada pasó “tranquila”. Narsha recibió otros 3 mensajes de TOP preguntando si algo andaba mal y si estaba ocupada, y YongGuk había tenido que soportar todo el día cruzarse y ver los llorosos ojos de Shyrín que le preguntaban por qué. Aquella tarde antes de salir, YongGuk recibió un mensaje de su padre.

<<Ven al restaurante XXXXXX a las 22h, tengo algo importante que enseñarte>>

Al fin y al cabo era su padre, no podía ignorarlo así como así. Y guardando su teléfono en su bolsillo, siguió su camino, faltaban un par de horas aún para las 22h, y a las 20h plegaba del trabajo.

Aquella noche Shyrín no quería volver a casa. Era viernes. Simplemente se dejó perder entre las calles de Seúl y se dejó embriagar por su aroma. Tenía ganas de llamarlo y preguntarle tantas cosas… Pero no se atrevía.

YongGuk ya se encontraba en el lugar donde le habían citado. Pero no vio a su padre como se esperaba. Delante suyo estaba Narsha. Sentada en una mesa para dos. Ella también lo miró confusa, y él tomó asiento.

- Que haces tú aquí – preguntó Narsha.

- Mi padre… y tú?

- El mio…

Ambos se dieron cuenta de lo que estaba pasando. Aquello era sin duda un plan para juntarlos. Narsha telefoneó enfadada a su padre bajo la atenta mirada de YongGuk.

- Que es esto..?

- Ya ha llegado? Bien! Disfruta de la cena con tu querido YongGuk! – y colgó – querido YongGuk? – y lo miró

- Nos han engañado.

- Si… vete… no nos vaya a ver Shyrín o algo… y se piense lo que no es..

- La he dejado.

- QUE?! Me rechazaste para estar con ella.. y ahora la dejas?!

- Pero la quiero… Mi padre me amenazó con echarla a la calle si seguíamos juntos.

- Y que piensas hacer..?

Y mientras los dos hablaban y Narsha le explicaba también lo suyo, pidieron y se quedaron a cenar juntos, Shyrín que pasaba por ahí los vió por el cristal.

Al ver a YongGuk cenando con Narsha, las lagrimas de Shyrín se descontrolaron. Nada tenía sentido… entre el y Narsha ya no había nada… o eso era lo que le dijeron… ¿que hacía él con su amiga? Ahora ella y Narsha eran amigas… pero sentía como si le hubieran clavado un puñal. Sobretodo el momento en que vio como YongGuk ponía una de sus manos sobre la de Narsha entrelazando los dedos. Eso.. eso lo hacía con ella… lo echaba tanto en falta… Era injusto. Intentó que no la vieran y entró al restaurante. Estaba todo lleno de parejas… De pronto se acordó de TOP. Necesitaba confirmar que seguían juntos y que no había nada entre su Gukkie y ella. Lo telefoneó tan pronto se sentó y pidió un simple café.

• Aló? Shyrín?

Y no pudo más… escuchar una voz al otro lado de la linea hizo que no pudiera contenerse más y empezara a llorar.

• Shyrín? Shyrín estás bien?
• Si… Si.. perdona..
• ¿Que pasa…? Cuéntame.
• Solo.. solo necesito preguntarte algo.. ¿estás aún con Narsha? – preguntó directamente y sin andarse con rodeos… no era el mejor momento para ello.
• ¿Como? Si claro, aunque hace unos días que no se nada de ella…
• YongGuk me ha dejado… - y otra vez su voz falló – y ahora está delante mio.. con.. Narsha.
• ¿¿¿¿QUE???? ¡! DONDE ESTÁS?! VENGO ENSEGUIDA – preguntó gritando y alterado

Shyrín le dio la dirección de donde se encontraba y le esperó paciente hasta que llegó. Cuando llegó Shyrín lo llamó hacia su mesa, pero TOP no le hizo caso y fue hacia la mesa de YongGuk y Narsha. Shyrín asustada de lo que podía hacer fue corriendo hacia ellos.

A YongGuk se le heló la sangre al ver a Shyrín y TOP delante suyo. Se sentía culpable, pero pronto dejaría de prestar atención a sus sentimientos. TOP de un golpe lo tiró de la silla al suelo y con resentimiento miró a Narsha.

• Ahora entiendo porqué no me contestas…

A Narsha se le formó un nudo en la garganta y se puso de pié a punto de excusarse cuando miró a Shyrín con los ojos rojos, hasta que la propia Shyrín habló.

• Siempre lo enredas y lo lias todo… pensaba que éramos amigas.

Narsha con las lagrimas en los ojos los miró a los dos con odio

• Pensad lo que queráis… - y se fue de ahí.

YongGuk se levantó del suelo y miró a TOP intentando explicarle lo que pasaba, pero TOP no parecía escuchar y lo cogió por el cuello haciendo que todo el mundo en el restaurante gritara asustado y un camarero los separara.

Shyrín siguió a Narsha fuera del restaurante. Necesitaba hablar con ella y saber que era exactamente lo que estaba pasando. Saber el porqué ella ignoraba a TOP y YongGuk la ignoraba a ella. Pero algo atrajo su atención. Algo mucho más grave. Abrió los ojos como platos y corrió hacia ella.

Dos hombres de gran tamaño la tenían acorralada y la estaban acosando. Uno de ellos con un sospechoso paño en la mano. Shyrín se abalanzó sobre ellos para liberar a su amiga, pero un tercer hombre apareció y la sujetó por detrás. Las dos gritaban pero nadie hacía nada para ayudarlas. El hombre con el paño consiguió dormir a Narsha y la metieron en una furgoneta. Shyrín que aún se resistía también fue dormida y metida dentro con ella.

Aquello ultimo lo vieron YongGuk y TOP desde dentro del restaurante. No podían creer lo que acababan de ver, y salieron como locos corriendo.

• NARSHAAAAAAAAAA!!!! – gritó TOP mientras corría lo más que podía tras la furgoneta.
• SHYRÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍN!!!!!!

Ambos estaban en pánico. La matricula de aquel vehículo estaba tapada y acaban de presenciar un secuestro… y no un secuestro cualquiera.