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jueves, 18 de noviembre de 2010

Todo por ella... 1,2,3...

Por: Yuki38
Clasificación: Mayores de 16


PROLOGO
Cerro sus ojos y sintió la brisa del mar golpear suavemente su rostro, sus pies sintieron como el agua helada de aquel invierno los cubría al adentrarse en el mar.
Sólo quería desaparecer, no podría soportar una existencia sin él, sin el amor de su vida, sin el hombre que le había hecho sentirse mujer. Tocó su vientre y pidió perdón, pidió perdón a aquel ser que comenzaba a vivir en ella y que no vería la luz por la decisión que ya había tomado, abrió sus ojos y vio el atardecer que comenzaba a aparecer pero también vio como el pasado llegaba a sus recuerdos…


CAPITULO I
Era la nueva fotógrafa contratada para la revista Myojo,  lo había logrado a pesar de no ser japonesa y de todas las barreras que tuvo que atravesar lo había logrado y allí se encontraba firmando contrato con el director de la revista.
-Lo has logrado Rayen Sepúlveda –se dijo a si misma al salir de las oficinas  y caminar con paso seguro hasta un café cercano a donde le gustaba ir por las tardes. Al entrar alguien mas salía y al pasar por su lado el aroma de un perfume masculino le llamo la atención y levantando su rostro miro al joven, encontrándose con un hombre muy apuesto y una mirada un poco cansada. Se observaron hasta que cada uno entró y salió respectivamente como si quisieran decir algo, pero no era el momento. Rayen se sentó y una chica de amplia sonrisa le llevo el café que había pedido.


-Era muy guapo verdad –la chica hizo el comentario a Rayen a quien ya conocía desde el primer día que llego allí.
-Sí, no lo voy a negar, pero se le notaba cansado...
-Y no es para menos –al ver la duda en el rostro de la chica decidió aclarar lo que había empezado- el joven que viste salir es un cantante famoso, es Yamashita Tomohisa.
-No lo conozco
-Me sorprende.  ¿Qué haces en este mundo? –le sonrió
-Tratando de sobrevivir –sonrió también.

Por su parte Yamashita Tomohisa  salió del café y apuro su paso al ver que llegaría tarde a los ensayos en la agenda de ese día, pero algo iba haciendo eco en su mente…era la chica con la que había topado al salir de dicho café, no lo negaba era bastante guapa, con ese aire occidental, pero lo mejor seria dejar de pensar en aquello ya bastante tenía con las fans que le acosaban para seguir pensando en mas mujeres.

-Realmente me hace falta tiempo para descansar –comentaba mientras salía de la agencia junto a Ryo- todo el día en esto y aquello y no me quiero imaginar la carga que tendremos cuando empecemos con el nuevo video.
-Ese es el precio de la fama, pero ¿Qué te parece si vamos a algún club? ¿Como sabes y conocemos a alguien para divertirnos un poco?
-Yo que tu vuelvo a casa, mañana hay bastante trabajo –le reprocho, pero sabía que era imposible que Ryo le hiciera caso así que lo vio alejarse con rumbo a algún club nocturno. Subió a su auto y marcho con rumbo a su casa, la noche se dejo caer y mientras manejaba recordó que tenia que llamar a Koyama, pero ¿Dónde había dejado su celular?, en la guantera, claro trato de sacarlo y cuando volvió a mirar hacia la carretera la vio cruzar la calle justo en el momento preciso para alcanzar a frenar dándole un pequeño tope a la chica que cayo al suelo. Reaccionó bajando del auto para ver como se encontraba, se acerco a ella que sentada en el suelo se acariciaba su tobillo.
-Lo siento, ha sido mi culpa. ¿Te encuentras bien?
Rayen tenia muchas cosas que decirle, muchas cosas que serían un insulto, pero la preocupación inmediata de él y el darse cuenta de que era el chico del café la hicieron retener todo lo que pensaba decir.
-¿Te encuentras bien? –volvió a preguntar preocupado. La ayudo a levantarse al ver que no podía mantener el pie en el suelo.
-Necesitas un medico, por favor ven conmigo –pidió.
-No te preocupes, ya se me pasara –explico ella tratando de soltarse de sus manos.
-Insisto –y sin mediar la ayudo a subir a su auto para llevarla hasta un hospital cercano.
Como era tarde había poca gente en los pasillos así que Yamashita no se preocupo de encubrir su identidad, mientras hablaba con el medico para saber que solo había sido un pequeño esguince y que muy luego sanaría.
-gracias sensei, estaba muy preocupado –lamentablemente Yamashita no podía dejar de pensar en las consecuencias que tuvo el choque de  Ryo y ni siquiera podía imaginar lo que Johnny-san diría o haría.

Volvió al cuarto en donde la chica era atendida con la mayor discreción  y al entrar se encontró con un espectáculo que aunque quisiera no podía evitar de ver. Ante todo era hombre y como tal sus hormonas funcionaban. La enfermera colocaba un vendaje en el pie de Rayen, pero como el pantalón era muy ajustado para subirlo se vio en la obligación de sacarlo dejando a la vista sus largas y finas piernas.

-¡Yamashita-san podría salir por favor! –La voz de la enfermera lo hizo volver y un poco avergonzado salió del cuarto, Rayen al verlo así sonrió, pero tampoco paso de sentir vergüenza al verse así.
Cuando salió del cuarto el joven la esperaba afirmado en la pared y al verla se acerco para ofrecer su ayuda.
-No gracias, creo que puedo – agradeció y trato de caminar sola lográndolo con un poco de dolor.
-Gomen ne, por lo de antes, no fue mi intención mirarte de esa forma.
-No te preocupes, no sacaste pedazo así que no hay problema.
-ha
-Es una broma –sonrió ella.
-¿Te puedo llevar a tu casa? Y nuevamente perdona por atropellarte en...
-Mira si te preocupa que llame a la policía o algo así, no lo hare también fue mi culpa por no mirar.
-Arigato, realmente para ser honesto estaba preocupado, en mi caso no puedo verme involucrado en este tipo de asuntos.
Rayen lo observo cuando conducía y no negó que realmente era guapo, con unos rasgos suaves que a cualquier mujer le daría envidia , pero a la vez firmes y varoniles, lo que mas llamo la atención de la chica fueron aquellos labios demasiados sensuales y sin querer se imagino besándolos. Al darse cuenta de sus pensamientos movió su cabeza como sacudiendo aquella idea.
-¿Te sucede algo? –pregunto él sin quitar la vista de la carretera.
-No nada
Cuando llegaron él la dejo en la puerta de su apartamento.
-Bueno espero que te encuentres bien mañana y por favor cualquier cosa llámame –le entrego una tarjeta- y por cierto estoy comenzando a creer en el destino –le sonrió mientras se alejaba.
-Pensé que no me habías reconocido –le dijo ella al verlo alejarse hacia el auto
-Nunca olvidaría un rostro como el tuyo – le dijo finalmente haciendo que Rayen sonriera complacida.


CAPITULO II
Aquella mañana llego a su trabajo con grandes expectativas y con muchas ganas de trabajar. Se presento ante un joven mas o menos de su edad de nombre Koji que la recibió con una amplia sonrisa y quien la guio por las oficinas de la revista y a la vez la presentaba con el personal hasta que llegaron a una amplia oficina en donde había una serie de cámaras fotográficas e implementos del mismo orden.

-Bueno seremos compañeros de trabajo Rayen-san –le dijo una vez que llegaron allí
-Por favor obviemos lo de san y ya que trabajaremos juntos puedes llamarme Rayen y si no te molesta te llamare sólo Koji –ofreció ella mientras revisaba las cámaras y dejaba sus cosas en una silla.
-No me molesta en lo absoluto Rayen –sonrió al decir el nombre.
-¿Qué debemos hacer hoy? –pregunto interesada en el trabajo. El chico reviso una agenda
-Hoy nos tocan unas fotos publicitarias con un grupo de la J.E.
-¿J.E.?
-Si la agencia de chicos artistas –explico- Nuestra revista es la encargada de promocionarlos así que tomamos muchas fotos de ellos. Bueno se hace tarde, preparemos las cosas, hoy las fotos serán al aire libre.

Rayen comenzó a ayudar con las cámaras, pero no dejaba de pensar en la posibilidad de ver nuevamente a Yamashita Tomohisa, realmente le había gustado ese chico de labios sensuales.

Junto a Koji llegaron hasta un pequeño parque en donde ya se encontraba parte del equipo y un poco mas allá sentados en el pasto un grupo de jóvenes que reía. Rayen tomo su cámara y recibió ordenes de tomar fotos al azar mientras se le hacían las oficiales.

-Sígueme, te los presentare –le pidió koji y la llevo hasta donde estaban ellos. Al verlos acercarse los chicos se pararon y comenzaron las presentaciones.
-Chicos les quiero presentar a la nueva fotógrafa que estará junto conmigo a cargo de las sesiones. Ella es Rayen-kun.
La chica inclino su cabeza saludando y los chicos se fueron presentando
-Mucho gusto, mi nombre es Koyama Keishiro, ¿no eres japonesa verdad? –la pregunta del chico alto y de hermosos ojos no le afecto.
-No Koyama-kun, soy americana –le sonrió
-Hola, Kato Shigeaki –se presento el joven, pero otro chico de hermoso rostro se coloco por delante
-Solo dile Shige –sonrió- yo soy Yuya Tegoshi –no pudo seguir hablando pues Shige le saco de ahí para pedirle explicaciones
Rayen levanto su rostro y se encontró con la sonrisa mas bella que había visto
-Yo soy Masuda Takahisa  y el es Ryo Nishikido.
-Deja que me presente, no soy un crio ¿sabias? –el chico moreno recrimino la actitud de Masuda, pero ni aun así elimino esa hermosa sonrisa.
Rayen pensó que todos eran simpáticos y bastante guapos.
-Rayen –la solicitud de su compañero la hiso darse vuelta y encontrarse con quien deseaba tanto hacerlo –el es Yamashita Tomohisa, es el líder del grupo.
-Mucho gusto –solo atino a decir al verlo tan varonil parado en frente de ella.
-¿Cómo ha estado tu pie? –le pregunto él, lo que no paso desapercibido para nadie y fue Koyama quien se atrevió a preguntar.
-¿Se conocen?
-Hace poco tuvimos un percance juntos  -contesto Yamashita sonriéndole a ella.
-Bueno chicos hay que tomar las fotos antes de que la luz nos arruine todo –lo dicho por Koji fue una orden y todos comenzaron a moverse. Rayen les siguió pero desde lejos comenzando a tomar fotos de cada uno pero dejando ver su aspecto natural.
-Eres muy hermosa y es grato que estés trabajando con nosotros –el comentario de  Ryo le sorprendió pero aun así siguió sacando fotos.
-No te dejes asombrar, él es así con todas las chicas nuevas –le comento Shige mientras ella le sacaba fotos a él, después fue el turno de Tegoshi y Massu que conversaban sonriendo mientras esperaban su turno…valla que ellos dos eran fotogénicos.
Se acerco al lugar en donde le tomaban las fotos a Koyama y a Yamashita y decidió verlos a través del lente. Yamashita se veía tan serio y tan cansado noto ella, pero hubo un momento en que él miro a su lente y le sonrió de forma natural lo que hizo que su cuerpo se emocionara al ver ese rostro tan perfecto.
Al rato después cuando ya guardaba sus cosas Yamashita se acerco a ella.
-Quisiera pedirte un favor
-Dime –contesto levantando su rostro ya que el era mas alto- La foto que tomaste hace un rato, no la entregues por favor –lo dicho por el le causo curiosidad así que decidió preguntar.
-¿Por qué?
-Bueno, en realidad sería una de las pocas fotos en las que he sonreído y en las revistas no me gusta hacerlo
-No entiendo, tienes una hermosa sonrisa porque negarle eso a tus fans –al terminar la frase se dio cuenta de lo que había dicho y sus mejillas comenzaron a teñirse de un color carmín cosa que no paso desapercibida para él
-Lo siento, no debí decir eso…-trato de explicar
-¿Te gustaría tomar un café? –la pregunta la dejo en otra, como decir que no,  pero su trabajo…
-Lo siento aun tengo cosas que hacer –se disculpo muy a su pesar
-¿Qué te parece si te paso a buscar cuando termines? -pregunto tratando de no perder aquella oportunidad.
-Esta bien –acepto finalmente y se retiro.
-Valla que no has perdido oportunidad –la voz de Ryo que había escuchado todo le hizo dar vuelta.
-Si, ¿es muy hermosa no crees?
-Es muy hermosa, pero se ve que es una buena chica –esta vez fue Koyama quien hablo acercándose a ellos
-no te preocupes no le hare daño y divertirse no le hará mal a nadie –dijo serio
-Si pero el herido puedes ser tu esta vez.
Las palabras de su amigo hicieron eco en Yamashita que solo quería pasar un rato divertido con la chica, para que tener una relación seria si ya con la ultima había aprendido una buena lección.

Rayen llego hasta el primer piso un tanto nerviosa, realmente quería ver a Tomohisa, pero también pensaba que el no aparecería y no lo culparía un artista como él debe tener demasiadas cosas que hacer.
-Rayen-chan –su nombre dicho por una voz masculina le hizo dar vuelta y encontrarse con un Tomohisa de cabellos húmedos vestido  con una camisa muy pegada a su cuerpo y una chaqueta de mezclilla a juego con su pantalón que dejaban mucho a la imaginación por lo ajustado.
-Tomohisa-chan –sonrió ella al verlo. El noto con la naturalidad que le llamaba por su nombre y se inquieto un poco ya que aparte de su madre nadie mas lo hacía y en ella sonaba tan normal como si siempre lo hubiera hecho.
Sin mediar mas palabras ella se dejo llevar hasta un pequeño café en pleno centro y que alumbrado con velas daba una atmosfera tranquila, especial para una estrella que no quería ser reconocido. Con los cafés en la mesa conversaron de mucho y de nada…
-Me asombra que hables tan bien el japonés.
-Lo aprendí en mi país antes de venir aquí con mi madre – conto
-¿Así que vives con ella? –pregunto
-No, ella falleció hace mucho…
-Pero entonces estas con algún familiar
-No –sonrió melancólicamente- la verdad es que estoy sola aquí, por lo que supe mi mamá huyo hasta aquí porque la familia del que fue mi padre pensaba alejarme de ella, pero eso es una larga historia…lo siento por no terminarla –ella pensó que era demasiado pronto para hablar tan libremente de ella
-No, lo siento yo por querer averiguar –se excuso, pero muy dentro de el quería saber mas de ella, el por qué no lo sabia aun.
-Hoy me di cuenta que se llevan bien como grupo
-Sí, pero no te niego que a veces también nos disgustamos, no se puede pedir maravillas si somos de personalidades diferentes
-Me gusta tu seriedad, pero en lo poco que te he visto he notado que estas cansado –al ver su rostro aun más serio trato de excusarse- disculpa el ser tan abierta para expresarme pero soy así y a veces cometo errores al hablar.
-No es eso...Es que eres la primera persona que me lo ha dicho –algo mas de ella que le sorprendía, pero no se dejaría llevar por eso, el sabía muy bien que si estaba allí era solo para distraerse y pasar un buen rato con una mujer.
Ya entrada la noche Yamashita la fue ha dejar hasta su apartamento acompañándola  hasta la puerta de el.
-Gracias he pasado un rato agradable –le dijo ella mientras abría la puerta
-y podría ser mas agradable aun…-inesperadamente la tomo y la beso con suavidad, lo que fue una sorpresa para ella…El sentir aquellos labios tibios en los suyos fue agradable y cuando el los retiro no quiso abrir sus ojos, lo que hizo que él la volviera a besar pero esta vez con mas pasión entreabriendo aquellos labios que lo recibían sin protestar. Ella no quiso quedarse atrás y comenzó a jugar con su lengua saboreando mas aquel beso, sin darse cuenta ya estaban dentro del apartamento y sin dejarla de besar el cerro la puerta y comenzó a quitarle el abrigo y a desabrochar la blusa. Al verse así Rayen quiso pararlo pero algo mas fuerte que ella no la dejo reaccionar y se dejo llevar.
Lo beso con pasión jugando con aquellos labios y con sus manos un poco temblorosas comenzó a despojarlo de su chaqueta y de la camisa dejando su torso al descubierto, un torso que comenzó a acariciar sintiendo la dureza de su pecho. Yamashita por su parte desabrocho el sostén dejando al descubierto los firmes senos de ella y alejándola un poco de él los contemplo.
-Eres hermosa –dijo con una voz suave que derritió a Rayen. Ella le tomo la mano y lo guio hasta su cuarto dándole a entender que estaba de acuerdo con lo que él deseaba.

Comenzaron a besarse nuevamente, pero con mas urgencia. La chica suspiraba y se quejaba con placer lo que hacía que él se excitara más y en menos de un minuto la ropa que era un obstáculo desapareció. Rayen quiso decir algo pero él sello sus labios con un suave beso llevándola hasta la cama con cuidado y ha pesar de que se encontraba enormemente excitado y con ganas de terminar luego algo en su interior le hizo tomarse su tiempo para hacerla feliz…Sí, deseaba complacerla y que se sintiera plenamente poseída.

Rayen sintió las manos de el acariciando suavemente sus pechos y luego sus labios y su lengua lo que hizo hacerla gemir con placer, quería retribuir todo ese placer pero no sabía como hacerlo y sintió un poco de vergüenza la que se fue esfumando por las nuevas sensaciones que él le hacía experimentar. Se percato que su parte baja se humedecía a cada caricia y cuando él la rozo con su miembro solo deseaba sentirlo dentro lo que muy pronto se cumplió convirtiéndose en un solo cuerpo que se movía a un ritmo envueltos en quejidos de placer consumiéndose por el deseo de alcanzar algo que solo se les entregaba al estar así de unidos.

Agotado, pero satisfecho Yamashita se recostó al lado de la joven y la atrajo hacia él para que se recostara en su pecho, no dijo nada pero lo pensó todo. La había poseído como había sido su deseo desde un principio y se había encontrado con la sorpresa de haber sido el primero en convertirla en mujer. Cerró sus ojos y antes de que el sueño le invadiera recordó las palabras de Koyama
-“El herido podrías ser tu”.

CAPITULO  3
Aquella tarde al llegar a la agencia Tomohisa recordó el sobre que Rayen le había entregado por la mañana, cerro los ojos por unos instantes al recordar lo rápido que había salido de aquel departamento ni siquiera se había dado tiempo para probar el desayuno que ella le preparo y mas le mintió al decir que tenía mucho que hacer aquel día cuando en realidad sólo por la tarde tenia un pequeño ensayo.

-¿Qué me esta pasando?, yo no soy así –se reprocho en el momento que habría el sobre y se encontraba con la foto y el negativo que ella había tomado.
-No puedo hacerle esto –volvía a salir, pero la voz de Ryo lo detuvo al encontrarse con él y llevarlo hasta el ensayo

Por su parte Rayen comenzó su día laboral sin dejar de pensar en lo que había pasado con aquel hombre que le había entregado algo que nunca  antes había experimentado, pero a la vez la había dejado con la amarga sensación de haber cometido un error al marcharse aquella mañana tan rápidamente.

-No me arrepiento de lo que hice –se dijo para convencerse a si misma de sus actos.
-¿De que no te arrepientes? –pregunto Koji que entraba en ese momento.
-De nada…sólo pensaba en voz alta –le contesto con una sonrisa
-Ok, tomemos nuestro equipo. Hoy nos toca fotografiar a Kat-tun.
-¿Kat-tun?..Sí ya se me pondré al día y me informare de los grupos de la Johnny –tomo su cámara y siguió a su compañero hasta el furgón de la revista. Esta vez las fotos serían en los lugares de ensayo del grupo y mientras se dirigían hacia allí Rayen miraba en todas direcciones por si veía a alguien del grupo News, pero nada así que perdiendo las esperanza siguió a su compañero hasta el ascensor el cual no alcanzo por lo pesado de su equipo.
-Es en el cuarto piso –le alcanzo a decir Koji cuando las puertas se cerraron. Resignada decidió esperar al siguiente, pero en mal momento parte de las cosas que traía en sus manos cayeron al suelo y al tratar de recogerlas sus manos chocaron con otras que hacían lo mismo. Levanto su rostro y se encontró con unos ojos marrones que le sonreían.
-Lo siento –se disculpo ella
-No tienes que hacerlo –le dijo el que se levantaba junto a ella sin soltarles las manos. Rayen pudo notar que era bastante guapo y a la vez delgado, pero aquello le daba un aire de sensualidad que escapaba por su cuerpo.
-Disculpa…mis manos –le dijo, y el las soltó inmediatamente
-Déjame  ayudarte. ¿A que piso vas?
-Al cuarto –le sonrió abiertamente, mientras él tomaba alguna de sus cosas y entraba junto a ella al ascensor que ya había llegado.

Yamapi llegaba a la agencia cuando vio a Rayen esperando el ascensor, sonrió al verla y quiso correr en su ayuda cuando vio como sus cosas caían, pero se detuvo al ver al joven que se acercaba a ella y le ayudaba sosteniendo sus manos en forma excesiva.
Sintió rabia y mas al ver como ella le sonreía…o eran celos, nuevamente quiso acercarse pero ya ellos entraban al ascensor.

-Por fin llegas…ha veo que ya conociste a kasuya san.
-Mi nombre es Kamenashi –le dijo después de dejar las cosas en una mesa- ¿y cual es tu nombre?
-Soy Rayen...Mucho gusto –le sonrió bajando la cabeza.
-Bueno basta de presentaciones y al trabajo que para eso me pagan.
Los chicos del grupo se iban ubicando para las fotos de la nueva edición, esta vez Rayen tomo las fotos y en cada una se percato que Kamenashi la miraba con una sonrisa a flor de labio. Después de dos horas de bastante trabajo dieron por terminada la sesión y mientras todos se retiraban Kamenashi se ofreció nuevamente para ayudar a la joven.
Afuera Yamapi le esperaba y al ver salir al grupo se hiso a un lado, pero escucho los comentarios de los chicos al pasar
-Cuanto les apuestos que Kame usara una de sus estrategias para conquistarla –comento Koki
-yo no perdería oportunidad, la chica esta bastante bien dotada –esta vez fue Nakamaru quien comento.

En el salón ya todo estaba ordenado y se disponían a retirarse cuando Kame se quejo de que algo le molestaba en su ojo.

-Debe ser alguna basura, déjame ver –ingenuamente Rayen se acerco a él y comenzó a limpiar el ojo dañado con su mano, lo que le hiso acercarse bastante. En ese momento la puerta se abrió y un Yamapi con ira en sus ojos entro acercándose a ellos.
-Tomohisa –dijo ella al verlo
-¿Ya se conocen? –Pregunto Kame que al ver la mirada de Yamapi entendió inmediatamente y comenzó a retirarse –bueno a sido un placer conocerte y espero nos volvamos a ver- se despidió de ella saliendo de la habitación.
- Que bueno volverte a ver –le dijo ella sonriendo…pero nunca espero la reacción de él al acercarse. La tomo de los hombros y la beso, la beso pero de una forma brusca como queriendo apoderarse de su alma en ese mismo lugar. Los labios de él hicieron presión en los de ella llegando a causarle dolor y fue en ese momento que ella reacciono empujándolo con todas sus fuerzas hacia atrás
-¿Qué te pasa? –Le reprocho sobando sus labios- ¿Qué te he hecho para que me trates así? –al ver que el no contestaba sintió rabia y la expreso- yo no soy un juguete entiendes, no soy un juguete - y salió de la habitación con lagrimas en los ojos dejando a un Yamapi lleno de remordimiento
Al salir por el pasillo corrió hasta chocar con Koyama que iba en busca de sus amigos
-Hey, ¿qué pasa? –Pregunto al verla con lagrimas en los ojos- déjame adivinar fue Yamapi cierto.

La habilidad del joven para descubrirla la dejo en silencio lo que el aprovecho y tonándola de la muñeca la saco del edificio llevándola a un pequeño café cercano

-Aquí estaremos mejor así que ahora cuéntamelo todo…no me mires así solo quiero ayudar siendo tu amigo.
-Te agradezco tu ofrecimiento, fue algo sin importancia, pero me sirvió para darme cuenta que no puedo creer tan fácilmente en las personas.
-Eres una buena chica y es por eso que te pido que le des una oportunidad a mi amigo, independiente de lo que halla hecho. Yamapi es un buen muchacho,  pero es que realmente su vida es un poco complicada, esa manía que tiene de siempre hacer lo mejor en todo le esta cobrando. Ya no tiene tiempo ni para él.
-Entonces porque quiso estar conmigo –al ver el rostro de Koyama comprendió- entiendo lo tomo como un juego, también ahora entiendo porque se fue tan apresurado aquella mañana.
-Por favor compréndelo y si te busca solo muéstrale como eres tu, se que se dará cuenta que eres diferente a las demás porque yo ya lo he hecho –le sonrió como un hermano mayor y Rayen se dio cuenta que en él tendría siempre un apoyo.
Cuando terminaron el café volvieron a la agencia y Rayen retiro sus cosas para luego volver a su departamento ya entrada la tarde. Pero para su sorpresa el auto de Yamapi se encontraba estacionado en la calle, pero él no se encontraba, subió a su departamento y lo encontró sentado en el suelo rodeados con bolsas de alimentos, al verla se paro y espero que ella se acercara.
-Siento lo que ocurrió en el salón, he venido a disculparme –lo dijo con seriedad y ella se dio cuenta que le costaba hacerlo.
-Pasa –le invito mientras abría la puerta. El entro dejando las bolsas en la cocina, mientras ella iba a su habitación para dejar su chaqueta.
-Quisiera –comenzó a decir mientras la seguía hasta el sillón sentándose a su lado-que comenzáramos de cero, se que te dolió lo que paso hoy…realmente no se porque me estoy comportando así…desde que te vi pensé que podía pasar un rato contigo, pero eres tan diferente...
Guauuu que confesión pensó ella.
-Me has asombrado, pero porque te ocultas tras una muralla y no dejas que los demás te vean tal como eres –la sinceridad con que ella le hablo le conmovió- para empezar tienes una sonrisa hermosa, pero no la muestras con sinceridad y me imagino que debe haber mas de ti que debe ser maravilloso.
-Me gustaría que tu me conocieras tal como soy, te propongo que empecemos de cero…no se hasta donde lleguemos pero me gustaría compartir contigo todos aquellos momentos que yo pueda.
-Tomohisa acepto, tengo curiosidad de saber que hay detrás de la muralla que has puesto para el resto…pero por ahora veré que has traído en las bolsa ¿acaso no tienes hambre?
-Si, pero deja que te ayude, últimamente soy un experto en preparar ramen.
Cocinaron juntos y después lo disfrutaron frente al televisor viendo una de las entrevistas en que participaba el grupo.

-Realmente Tegoshi es muy mono –comento ella y el con sarcasmo le contesto
-Si pero todos creemos que es demasiado egocéntrico
-Pero eso queda pequeño ante la llegada que tiene –rebatió ella
-Veo que te ha gustado –dijo fingiendo estar celoso, ella sonrió y se acerco a él para besarlo suavemente en los labios. Tomohisa la acerco y la recostó en sus piernas acariciando su cabello

-Quisiera quedarme esta noche a tu lado –propuso, ella sonrió nuevamente y se levanto un poco para besarlo.

Aquella noche se amaron con tranquilidad y como nunca él se sintió relajado al lado de una mujer. Le enseño a acariciarlo por aquellas partes que le causaban placer y le entrego a ella nuevas sensaciones cuando acariciaba sus senos o llevaba su mano hasta la parte húmeda de la joven haciéndola gemir, haciéndola pedir mas de aquellas caricias hasta penetrarla pero esta vez con mas suavidad, porque lo que mas deseaba era hacerla suya y que ella se diera cuenta de ello.

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